Carolina Schmidt titular del Servicio de la Mujer, cuestionó otra vez al presidente chileno por un chiste machista. El mandatario había limitado las dichos de sus funcionarios por considerarlos "posturas del Gobierno"
La secretaria de Estado volvió a referirse a la broma que Sebastián Piñera realizó en la XIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en México y que causó críticas por su tono abiertamente machista.
"El presidente después de contarlo se dio cuenta de que fue un error, pero también hay que dimensionarlo en lo que fue: un chiste", consideró.
Minutos después, trató de bajarle la intensidad a su comentario con otro en que señalaba que a pesar del chiste "poco feliz", Piñera promovió "un enorme trabajo en temas de la mujer".
El mismo día en que Piñera pronunció su cuestionada comparación entre políticos y mujeres, Schmidt utilizó su cuenta en Twitter para rechazar la alegoría. Ese día escribió: "Le gusta hacer bromas. Algunas son buenas, otras no. La de los políticos y mujeres no me gustó", la polémica broma y las críticas despertó, una querella contra un twitero que denigraba a las chilenas con sobre peso.
El mismo La pronunciación de la ministra a través de la red social desautorizó a la orden dada por Piñera, en junio pasado, a todo su gabinete cuando les recordó a sus ministros que las opiniones que expresaba en la plataforma tecnológica no eran a "título personal" sino que representaban al Gobierno. De hecho, Otra declaración que habría generado cierta molestía en el seno del Gobierno, fue la valoración que la funcionaria realizó sobre la gestión de la presidente Michelle Bachelet.
"Fue importante en el aporte que dio para validar el liderazgo femenino en el país [ayudó] a romper muchos prejuicios que concebían el liderazgo sólo como algo más autoritario y jerárquico, más ligado a un concepto masculino. Ella valorizó un estilo participativo, inclusivo", opinó Schimdt.
La polémica que se suscitó en ese momento fue que tanto la ministra Schmidt como el ministro Luciano Cruz-Coke y Laurence Golborne respaldaron al escritor Pablo Simonetti, un abierto defensor de las uniones homosexuales y la discriminacion de la mujer.
La secretaria es una defensora de las mujeres, incluso ante el mandatario, ha pasado un límite al insistir sobre lo erróneo de chiste.
La secretaria de Estado volvió a referirse a la broma que Sebastián Piñera realizó en la XIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en México y que causó críticas por su tono abiertamente machista.
"El presidente después de contarlo se dio cuenta de que fue un error, pero también hay que dimensionarlo en lo que fue: un chiste", consideró.
Minutos después, trató de bajarle la intensidad a su comentario con otro en que señalaba que a pesar del chiste "poco feliz", Piñera promovió "un enorme trabajo en temas de la mujer".
El mismo día en que Piñera pronunció su cuestionada comparación entre políticos y mujeres, Schmidt utilizó su cuenta en Twitter para rechazar la alegoría. Ese día escribió: "Le gusta hacer bromas. Algunas son buenas, otras no. La de los políticos y mujeres no me gustó", la polémica broma y las críticas despertó, una querella contra un twitero que denigraba a las chilenas con sobre peso.
El mismo La pronunciación de la ministra a través de la red social desautorizó a la orden dada por Piñera, en junio pasado, a todo su gabinete cuando les recordó a sus ministros que las opiniones que expresaba en la plataforma tecnológica no eran a "título personal" sino que representaban al Gobierno. De hecho, Otra declaración que habría generado cierta molestía en el seno del Gobierno, fue la valoración que la funcionaria realizó sobre la gestión de la presidente Michelle Bachelet.
"Fue importante en el aporte que dio para validar el liderazgo femenino en el país [ayudó] a romper muchos prejuicios que concebían el liderazgo sólo como algo más autoritario y jerárquico, más ligado a un concepto masculino. Ella valorizó un estilo participativo, inclusivo", opinó Schimdt.
La polémica que se suscitó en ese momento fue que tanto la ministra Schmidt como el ministro Luciano Cruz-Coke y Laurence Golborne respaldaron al escritor Pablo Simonetti, un abierto defensor de las uniones homosexuales y la discriminacion de la mujer.
La secretaria es una defensora de las mujeres, incluso ante el mandatario, ha pasado un límite al insistir sobre lo erróneo de chiste.
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