El Gobierno de Ollanta Humala ha aceptado este martes la dimisión de Ricardo Soberón como jefe antidrogas en medio de una fuerte polémica que comenzó el año pasado cuando defendió la propuesta de suspender la erradicación de los cultivos de coca para replantear la política contra el narcotráfico. Soberón fue durante cinco meses presidente ejecutiva del Consejo Directivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), cargo que ahora ocupará la psicóloga Carmen Masías, según ha informado.
El nombramiento de Soberón despertó fuertes críticas por su relación con organizaciones cocaleras en los valles del Alto Huallaga, de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) y en la cuenca de La Convención y Lares, que siempre se han mostrado en contra de la erradicación de los cultivos.
Perú, el mayor productor mundial de hoja de coca, suspendió el pasado agosto de manera temporal la erradicación de los cultivos ilegales para rediseñar su política antidrogas, decisión que sorprendió a Estados Unidos, que inmediatamente pidió explicaciones al Gobierno de Humala.
Masías, por su parte, ha anunciado este martes que la lucha antidroga es "un problema complejo" que requiere de recursos propios, pero también del apoyo de otros países como Colombia, Bolivia y Brasil, fronterizos con Perú, al tiempo que ha asegurado que su estrategia se ajustará a los objetivos trazados por Humala. "Tenemos que alinearnos con las políticas del gobierno, que creo que son clarísimas", ha subrayado.
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