Cazadores furtivos sudaneses y chadianos mataron desde enero a más de 500 elefantes en el noreste de Camerún, en el parque nacional de Bouba Ndjidda, indicó este domingo el administrador del centro turístico de esta reserva.
El gobierno había afirmado que los cazadores furtivos habían matado “128 elefantes” y la dirección del parque había estimado “en 480 el número de elefantes abatidos en nuestro parque” hasta fines de febrero.
"Los cazadores furtivos están equipados de armas de guerra automáticas, operan en grupos organizados y avanzan a caballo, nada parece poder pararlos en esta búsqueda desenfrenada de marfil” , declaro Céline Sissler-Bienvenu, del Fondo internacional para la protección de los animales, en el sitio web de la organización.
La caza furtiva en los parques de Camerún se ha recrudecido desde hace varios meses, el tráfico de marfil en la zona está destinado en su mayor parte a los mercados asiáticos.
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