Por este incidente, que no es el primero que protagoniza, el Ejecutivo de Santa Cruz -opositor al Gobierno de Evo Morales- pidió perdón mediante una carta a la que accedieron varios medios de comunicación bolivianos. En tanto, desde diferentes sectores civiles se pidió iniciar un proceso en su contra.
"Le pido disculpas a Desirée y a todas las mujeres. A cada una, por lo que de ningún modo tuvo alguna intención ofensiva de mi parte", señaló.
Fernández, que admite conocer a Bravo desde hace 20 años y que considera que "podría ser su padre", aseguró que fue un "gesto torpe que pudo dar lugar a las más malintencionadas, despiadadas, ofensivas y denigrantes interpretaciones".
Por su parte, la diputada Betty Tejada, del partido de Morales, MAS; y la senadora Centa Rek, del CN, repudiaron la conducta del alcalde y pidieron su renuncia.
"Ya son reiteradas veces que ocasiona similares actos bochornosos y la imagen de ninguna mujer debería ser denigrada", señalaron.
Las legisladoras se referían a otros escándalos protagonizados por Fernández como la vez que, en un acto público, tomó y besó a una directiva de una empresa.
En otra oportunidad, increpó a unos periodistas y le dijo a una comunicadora que tenía "cara de dengue".
En la gestión del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, el alcalde imitó a un perro. Se agachó e hizo el ademán de orinarle.
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