Karel Abelovsky un checo de 51 años fue descubierto cuando pretendía regresar desde Buenos Aires a su país, vía Madrid, con unos recuerdos muy especiales en la maleta: 247 reptiles y moluscos vivos, el hecho ocrrio el pasado 7 de diciembre en el aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, donde fue detenido y procesado por el juez Marcelo Aguinsky por el delito de tentativa de contrabando agravado.
El europeo llevaba los animales en pequeños contenedores de plástico, en el interior de medias y entre pañuelos, el cargamento incluía 15 víboras, nueve de ellas venenosas, 28 lagartos, culebras, sapos, caracoles y tortugas.
El juez ordenó un embargo de casi 80.000 dólares al checo, al que dejó en libertad pero prohibió salir del país.
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