El Senado uruguayo aprobó en la madrugada del miércoles, en su última sesión del año, un cuestionado proyecto de ley para crear un impuesto a propietarios de más de 2.000 hectáreas de campo, con el fin de combatir la concentración de la tierra.
El proyecto impulsado por el presidente José Mujica fue aprobado por 16 votos en 27, solo con los votos del gobernante Frente Amplio de izquierda, y como ya había sido aprobado en noviembre por la Cámara de Diputados pasó al Poder Ejecutivo para su promulgación.
Un gravamen anual de 67 Unidades Indexadas por hectárea (unos 8 dólares) para las extensiones de tierra entre 2.000 y 5.000 hectáreas el impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR) ; de 100 Unidades Indexadas (12 dólares) la hectárea para aquellas extensiones entre 5.000 y 10.000 hectáreas, y de 135 Unidades Indexadas (16 dólares) la hectárea para las propiedades superiores a las 10.000.
Según los cálculos del gobierno, el nuevo impuesto afectará a menos de 1.500 de los más de 50.000 productores que tiene el país, que poseen un tercio de las 17 millones de hectáreas cultivables o productivas de todo el territorio.
El polémico impuesto fue presentado el 22 de agosto por el gobierno, tras meses de debate en el seno del gobernante Frente Amplio de izquierda entre los sectores afines al presidente Mujica, que buscaban su aprobación, con los grupos que responden al vicepresidente Danilo Astori.
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