Los reguladores federales aprobaron reactores nuclear de próxima generación para la planta de Turkey Point de Florida Power & Light y otras cinco compañías de electricidad en la región del Sudeste del país, abriendo el camino a la construcción de los primeros reactores nuevos en tres décadas en Estados Unidos.
La aprobación de la Comisión de Regulación Nuclear (NRC) del diseño del Westinghouse AP 1000 fue muy importante para la industria de la energía nuclear, que no ha construido un nuevo reactor desde el accidente de Three Mile Island en Pennsylvania en 1979, tambiem permite a FPL dar un importante paso de avance en sus planes de expandir su enorme planta nuclear en South Biscayne Bay con un diseño que la industria y sus reguladores elogian como más simple y más seguro que los reactores ya envejecidos de la nación, pero suficientemente sólidos para resistir un ataque terrorista o un desastre natural.
“El diseño ofrece márgenes de seguridad mejorados… y se ha evaluado que puede resistir daños de impacto de un vehículo aéreo sin una emisión significativa de materiales radioactivos”, dijo el presidente de NRC, Gregory Jaczko, en un comunicado tras la aprobación unánime de Washington.
Los opositores del AP 1000, que ha emergido como el modelo favorito en los planes de expansión de la industria de la energía nuclear, se indignaron ante la decisión.
Arnie Gunderson, experto independiente contratado por grupos de defensa medioambiental, advirtió además que el diseño podría ser vulnerable a la herrumbre, la cual podría causar agujeros y grietas peligrosas en el blindaje de acero del reactor, un problema particularmente grave en el medio marino de Turkey Point. Él alegó también que el sistema “pasivo” de enfriamiento de emergencia, que hace circular el aire exterior, podría enviar a la atmósfera la radiación que se filtre a consecuencia de un accidente.
La aprobación de la Comisión de Regulación Nuclear (NRC) del diseño del Westinghouse AP 1000 fue muy importante para la industria de la energía nuclear, que no ha construido un nuevo reactor desde el accidente de Three Mile Island en Pennsylvania en 1979, tambiem permite a FPL dar un importante paso de avance en sus planes de expandir su enorme planta nuclear en South Biscayne Bay con un diseño que la industria y sus reguladores elogian como más simple y más seguro que los reactores ya envejecidos de la nación, pero suficientemente sólidos para resistir un ataque terrorista o un desastre natural.
“El diseño ofrece márgenes de seguridad mejorados… y se ha evaluado que puede resistir daños de impacto de un vehículo aéreo sin una emisión significativa de materiales radioactivos”, dijo el presidente de NRC, Gregory Jaczko, en un comunicado tras la aprobación unánime de Washington.
Los opositores del AP 1000, que ha emergido como el modelo favorito en los planes de expansión de la industria de la energía nuclear, se indignaron ante la decisión.
Arnie Gunderson, experto independiente contratado por grupos de defensa medioambiental, advirtió además que el diseño podría ser vulnerable a la herrumbre, la cual podría causar agujeros y grietas peligrosas en el blindaje de acero del reactor, un problema particularmente grave en el medio marino de Turkey Point. Él alegó también que el sistema “pasivo” de enfriamiento de emergencia, que hace circular el aire exterior, podría enviar a la atmósfera la radiación que se filtre a consecuencia de un accidente.
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