Policía y Administradora son acusadas de practicar la religión afrocubana.

 Los empleados municipales no deben practicar brujería como religión, esto se manifiesta en north Miami Beach lugar donde una oficial de policía y una administradora  se encuntran en problemas con la ciudad por tratar de conseguir ayuda sobrenatural a través de la práctica de santería.

  El administrador de la ciudad, Lyndon Bonner era parte de la ceremonia, quien tiene un plan de recortar el presupuesto a la policía. Con un puñados de alpiste que, según el reporte de Asuntos Internos, tenían la intención de esparcir adentro y alrededor de la oficina de Bonner, en el cuarto piso del ayuntamiento, y para el rito trataron de convencer a una conserje para regar el alpiste, ésta se opuso, y formúlo la denuncia.

 La agente policial Elizabeth Torres afirmó a los investigadores que no quería hacerle ningún daño al administrador. “Quiero aclarar que no es nada malicioso, ni nada para hacerle daño a él ni a otra persona”. La semana pasada la agente enfrento el despido de su empleo por el incidente de agosto, la administradora de la oficina, Yvonne Rodríguez, no pertenece al  sindicato, fue despedida por su papel en en la ceremonia.

 Los practicantes de la santería han argumentado que su práctica constituye una religión legítima, y se molestan cuando se la representa como magia negra o brujería, reconocen que las demostraciones públicas de sus tradiciones pueden asustar a los no creyentes.

 Y tanto los partidarios como los expertos dicen que la religión afrocubana, que en sí es una mescla de catolicismo y tradiciones espirituales africanas, no tiene la malicia, tales como lanzar hechizos dañinos.

 “Santería es un término que usamos generalmente para caracterizar las expresiones religiosas afrocubanas. La santería no es magia negra. Los verdaderos practicantes de la santería son buenos y nunca harían daño a una persona”, comentá Albert Wuaku, profesor de estudios africanos en la Universidad Internacional de la Florida.

 Entretanto muchos practicantes reaccionan alegando "que no es mas que un acto de ataque y intento de erradicar la tradiciones culturales cubanas y en especial las afrocubanas".