Los cubanos sólo pueden viajar al exterior con una carta de invitación, requieren de un permiso de salida oficial y deben pasar un proceso burocrático largo y costoso, de más de 500 dólares sin contar el pasaje. También precisan visas oficiales de los países que visitan, por lo que, sin la necesidad de la autorización de su Gobierno, sólo se resolvería una parte del problema.
El único país que no exige visas a los cubanos es Ecuador, lo que provocó un éxodo a fines de la década pasada y otros problemas, como los matrimonios de conveniencia o el tráfico de mercancías. El canciller de Quito, Ricardo Patiño, anunció este jueves en La Habana que en enero se firmará un acuerdo migratorio bilateral para regularizar esa situación.
El 1 de agosto, Presidente cubano Raúl Castro, anunció que "flexibilizará" la política migratoria para poner fin a unas restricciones que perduraron "innecesariamente" están vigentes desde 1961. Desde entonces, las expectativas comenzaron a crecer.
Algunos especialistas señalan que Raúl Castro prevé eliminar los permisos de salida para los cubanos en la isla y de entrada para los emigrados, cuya obtención es engorrosa y cara, así como la condición legal de "emigrado definitivo", al que se le confiscan sus bienes y se le deniega el retorno permanente a su país.
La reforma migratoria forma parte de la política de Raúl Castro de eliminar prohibiciones "excesivas", como las que impidieron a los cubanos durante medio siglo la compra venta de casas y autos, hospedarse en hoteles o adquirir libremente computadoras, ya levantadas.
El único país que no exige visas a los cubanos es Ecuador, lo que provocó un éxodo a fines de la década pasada y otros problemas, como los matrimonios de conveniencia o el tráfico de mercancías. El canciller de Quito, Ricardo Patiño, anunció este jueves en La Habana que en enero se firmará un acuerdo migratorio bilateral para regularizar esa situación.
El 1 de agosto, Presidente cubano Raúl Castro, anunció que "flexibilizará" la política migratoria para poner fin a unas restricciones que perduraron "innecesariamente" están vigentes desde 1961. Desde entonces, las expectativas comenzaron a crecer.
Algunos especialistas señalan que Raúl Castro prevé eliminar los permisos de salida para los cubanos en la isla y de entrada para los emigrados, cuya obtención es engorrosa y cara, así como la condición legal de "emigrado definitivo", al que se le confiscan sus bienes y se le deniega el retorno permanente a su país.
La reforma migratoria forma parte de la política de Raúl Castro de eliminar prohibiciones "excesivas", como las que impidieron a los cubanos durante medio siglo la compra venta de casas y autos, hospedarse en hoteles o adquirir libremente computadoras, ya levantadas.
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