El 5 de diciembre el presidente Obama dio a conocer los lineamientos generales de cambios y recortes, que no sólo abarcan recursos económicos sino reorientaciones estratégicas que seguramente trascienden el corto y mediano plazo, en el Pentágono el sector de la Defensa de la superpotencia . Con la ventaja de contar con un secretario de Defensa como León Panetta, profundo conocedor de temas burocráticos y presupuestario desde su tiempo de estrecho colaborador en estos menesteres del ex presidente Clinton en la década de los 90, el mandatario de los EEUU subrayó la necesidad de combinar la poda con una visión estratégica seria y que no descuide en ningún momento la primacía militar americana.
Resultaba casi inevitable es un sector que abarca el 43% del gasto en global en armamento y fuerzas militares del mundo y que viene creciendo de manera ininterrumpida desde 1998 y más aceleradamente aún despues de ataques terroristas del 11/9 no fuese blanco de ajustes con vistas a hacer su aporte al sinceramiento de ingresos y gastos que enfrenta la economía estadounidense a partir del estallido de la crisis de septiembre 2008.
Ahora, el Pentagono se focalizará en contar con los medios para combatir exitosamente un conflicto armado de gran intensidad y contener y disuadir a cualquier otro actor que busque asumir una postura agresiva.
Asimismo, se confirmó que no se amputarán partidas a sectores muy valorados por Obama-Panetta como fuerzas especiales, inteligencia, guerra informática y comunicaciones. Esto dentro de una renovada prioridad a las "cyberguerras" contra Estados y actores no estatales, la continuidad de la lucha contra el terrorismo transnacional y la no proliferación de armas de destrucción masiva, el poder de disuasión nuclear de misiles intercontinentales y nueva generación de cabezas nucleares no parecer ser blanco de reducciones radicales ni mucho menos.
Este cúmulo de replanteos estratégicos americanos se dan en momentos que China se consolida como la segunda economía mundial y con visos de superar a nivel del PBI a los EEUU a partir del 2025. Con un correlato en el aumento y refuerzo del gasto en Defensa chino que en el mejor de los casos hoy por hoy representa la sexta parte del que tiene el Pentagono. Frente a ello y con el objetivo de evitar visiones lineales y simplistas sobre ascensos y caídas de las grandes potencias, cabe retomar lo que el prestigioso historiador Nial Ferguson advierte en sus recientes ensayos acerca de que los grandes poderes suelen padecer de grandes y sorpresivos colapsos y crisis más que de previsibles y mecánicas subas o bajas en su poder. Una multiplicidad de factores políticos, económicos, sociales, ambientales, demográficos, culturales y de calidad de liderazgos tienden a influir y a generar "cisnes negros" o sorpresas estratégicas.
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