El gobernador del Banco Nacional de Suiza, Philip Hildebrand, ha asegurado en rueda de prensa que su conducta siempre ha estado acorde con la regulación existente, por lo que no presentará su dimisión a raíz de la controversia suscitada tras salir a la luz las inversiones en divisas realizadas por su esposa con antelación a que se anunciara la intervención del banco central helvético en los mercados de divisas para frenar la apreciación del franco suizo.
"No deseo esconderme de los ataques a mi persona, que han alcanzado un nivel ante el que debo emplear en mi defensa todos los recursos a mi disposición", dijo Hildebrand en su primera comparecencia pública desde que se filtraran las operaciones realizadas por su esposa.
"Mi conducta no sólo ha estado siempre acorde con las regulaciones existentes (...) Quiero dejar completamente claro que nunca he estado al tanto de haber cometido ninguna mala práctica, aunque entiendo la preocupación moral suscitada en la opinión pública", dijo el gobernador.
"La transacción fue ordenada por mi esposa, quien tiene un poder notarial sobre mis cuentas, el pasado 15 de agosto mediante un correo electrónico a nuestro gestor en la Banca Sarasin y sin mi conocimiento", precisó.
El gobernador anunció que propondrá que los consejeros del banco central deban informar de todas aquellas operaciones que superen los 20.000 francos suizos (16.000 euros) a auditores internos y externos para recibir autorización "antes" de que se realicen.
Asimismo, estas operaciones serán difundidas publicamente por auditores externos en la junta de accionistas de la entidad, que proporcionará a dichos auditores el acceso a toda la documentación solicitada por los mismos.
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