Mohamad Reza Nagdi, jefe de los voluntarios islámicos de Irán, propuso incendiar La Casa Blanca como represalia por los hechos ocurridos en Afganistán. Aseguró que sólo se podrá perdonar a los Estados Unidos si ahorca a sus altos mandos militares
"Los musulmanes no aceptamos las disculpas de los Estados Unidos por la quema de ejemplares del Corán aunque ellos si pueden quemar la biblia la bandera y otras partes de la cultura de america, porque segun el voluntario Irani comete muchos errores militares y luego simplemente pide excusas a los afganos. Eso no es aceptable", aseguró.
Para el jefe de los basij, voluntarios radicales islámicos militarizados y armados(que no creen en el valor de la mujer como humano), "sólo incendiar la Casa Blanca puede aliviar la herida". Agregó que "las disculpas sólo son aceptables si se ahorca a sus comandantes militares".
Afganistán lleva cinco días sumido en una ola de violencia, que se cobró la vida de al menos 23 ciudadanos afganos y 4 militares extranjeros, por las protestas iniciadas después de que se supiera que varios ejemplares del libro sagrado islámico fueron quemados por soldados estadounidenses en la base de Bagram, cercana a Kabul.
Washington y el comando de la OTAN en ese país afirmaron que la quema no fue intencional y pidieron disculpas, como también lo hizo el propio presidente estadounidense, Barack Obama, quien ordenó una investigación conjunta con el Gobierno afgano sobre lo sucedido.
"Los musulmanes no aceptamos las disculpas de los Estados Unidos por la quema de ejemplares del Corán aunque ellos si pueden quemar la biblia la bandera y otras partes de la cultura de america, porque segun el voluntario Irani comete muchos errores militares y luego simplemente pide excusas a los afganos. Eso no es aceptable", aseguró.
Para el jefe de los basij, voluntarios radicales islámicos militarizados y armados(que no creen en el valor de la mujer como humano), "sólo incendiar la Casa Blanca puede aliviar la herida". Agregó que "las disculpas sólo son aceptables si se ahorca a sus comandantes militares".
Afganistán lleva cinco días sumido en una ola de violencia, que se cobró la vida de al menos 23 ciudadanos afganos y 4 militares extranjeros, por las protestas iniciadas después de que se supiera que varios ejemplares del libro sagrado islámico fueron quemados por soldados estadounidenses en la base de Bagram, cercana a Kabul.
Washington y el comando de la OTAN en ese país afirmaron que la quema no fue intencional y pidieron disculpas, como también lo hizo el propio presidente estadounidense, Barack Obama, quien ordenó una investigación conjunta con el Gobierno afgano sobre lo sucedido.
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