El senador cubano-americano el Marco Rubio, que llegó al Senado como una de las mayores promesas de los republicanos en los comicios de 2009, se mostró en sintonía con las férreas preocupaciones ya manifestadas por su partido respecto a las relaciones que Irán ha establecido con algunos países latinoamericanos, particularmente con los que forman parte de la alianza bolivariana (ALBA).
"Los líderes de estos países están jugando con fuego, porque se asocian con personas impredecibles", dijo durante la segunda audiencia celebrada en la Cámara alta desde que Mahmoud Ahmadinejad terminó su gira por Venezuela, Nicaragua, Cuba y Ecuador, que generó críticas de Washington y de varios congresistas.
Al referirse a la defensa que el presidente venezolano, Hugo Chávez, hizo de los regímenes de Libia y Siria, dijo: "Una cosa es hacer estas declaraciones ridículas sobre cuán grande fue el fallecido Muammar Khadafi o el héroe Bashar Al Assad, y otra cosa es darle a estas personas espacio operacional en su propio país, desde donde pueden hacer cosas inimaginables y las consecuencias podrían ser extraordinarias", expresó el senador por Florida.
Rubio dijo que la pregunta que sigue sin ser respondida es si las acciones de la cónsul venezolana fueron un hecho aislado o un comportamiento que está ocurriendo de manera repetida. De ser la última opción, existe el peligro de un error de cálculo y de un desastre regional, termino.
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