El presidente estadounidense, Barack Obama, decidió ayer retrasar la solicitud al Congreso para que eleve el techo de la deuda nacional, y conceder así más tiempo a los legisladores para que puedan someterla a votación al regreso de vacaciones.
"La Administración está en discusiones con los líderes de ambas cámaras para determinar el mejor momento para la presentación de la solicitud y la subsiguiente votación en el Congreso", afirmó Josh Earnest, portavoz asistente de la Casa Blanca en Honolulu, Hawai, donde Obama pasa sus vacaciones invernales.
Según informaron medios locales, el cambio de parecer por parte del mandatario estadounidense obedece a la petición de los congresistas de que la propuesta de elevación del techo de deuda puede ser votada al regreso del receso invernal, a mediados de enero, cuando los legisladores vuelven a Washington.
La Casa Blanca tenía previsto enviar al Congreso la propuesta de subida del tope de endeudamiento nacional en 1.2 billones de dólares, después de que el Departamento del Tesoro informase que la deuda de EEUU. se encontraba a menos de 100,000 millones de dólares del límite actual de 15.2 billones.
De acuerdo a la normativa legal, una vez entregada en el Legislativo, los congresistas dispondrían de 15 días para responder a la solicitud presidencial, algo que no sería factible ya que la Cámara de Representantes no tiene previsto reanudar sus actividades hasta el 17 de enero y el Senado, hasta el 23 de enero.
Fuentes del Departamento del Tesoro indicaron que EEUU dispone de herramientas de contabilidad válidas para mantener la salud de las cuentas públicas sin dañar su credibilidad crediticia hasta que la solicitud sea finalmente presentada.
Los desacuerdos sobre el modo de reducir la abultada deuda nacional entre republicanos y demócratas llevó a que se redujese la nota de crédito de EEUU de AAA, la máxima posible, a AA+ en agosto pasado tras alcanzarse a última hora un acuerdo temporal.
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